"Alabad a Jehová, naciones todas; pueblos todos, alabadle", Salmo 117.1
viernes, 25 de noviembre de 2011
Apocalipsis y adoración genuina: Mensaje de Cristo a las Iglesias de Asia Menor
El Apocalipsis está lleno de adoración y alabanza. Al contrario de lo que muchos piensan, el mensaje principal del libro no se reduce a catástrofes de un futuro lejano (o cercano) o a horrorosas imágenes de destruccción.
Apocalipsis es un término griego que significa "revelación"; la palabra está relacionada con "la revelación de Jesucristo" (Apoc. 1.1) que Dios le dio a Juan en la isla de Patmos, y cuyo mensaje era una exhortación a los cristianos a permanecer fieles en la fe en medio de la persecución del Imperio romano, pues a pesar de las circunstancias adversas, "el Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza" (Apoc. 5.12).
Ciertamente el Apocalipsis habla acerca del final de los tiempos; pero con frecuencia se olvida que es también una carta que debía ser leída comunitariamente (de ahí la bendición "al que lee y los que oyen", de Apoc. 1.3), enviada a siete iglesias del Asia Menor en el primer siglo, y cuya finalidad era afirmar el señorío de Dios y fortalecer la fe de los creyentes. En el Apocalipsis Dios habla con amor, pero también con firmeza, a la comunidad de creyentes, a los del primer siglo y también a nosotros.
El siguiente estudio analiza la exhortación de Jesucristo a las Iglesias del Apocalipsis y su significado para nosotros hoy.
Mensaje de Cristo a las Iglesias de Asia Menor en el Apocalipsis (hacer click aquí para ver el documento completo)
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